El oculista o el médico especialista en oftalmología debe ser consultado por toda mujer embarazada que presente problemas de visión en el transcurso del embarazo. Igual que se debe hacer una "revisión ginecológica anual", también deberíamos hacer una revisión oftalmológica anual por medicina preventiva que en el caso de una mujer embarazada miope debe ser obligatoria. Se ha sabido de siempre, que el esfuerzo que supone para una mujer embarazada miope, el embarazo, el parto y la lactancia, sobre todo si el trabajo que realizan durante la gestación es duro y se acompaña de una alimentación inadecuada, puede empeorar de forma considerable su visión.
El oftalmólogo debe de realizar una revisión oftalmológica previa al embarazo, especialmente si la mujer es miope, para que la mujer sea conciente de los riesgos que corre su visión si no hay un diagnostico y tratamiento precoz de las alteraciones que puede presentar la retina que el oculista obtiene al realizar un fondo de ojo. Si la mujer esta ya embarazada, el fondo de ojo que realiza el oculista de forma ambulatoria en la consulta, también se puede realizar porque las gotas que usa para dilatar la pupila son inocuas para el feto y la madre.
El oculista distingue dos tipos de mujeres embarazadas con miopía:
1. Mujeres embarazadas con miopía leve que es la más frecuentes y no conlleva alteraciones de la retina que esta integra. El oftalmólogo, al realizar el fondo de ojo no descubre ninguna alteración y la madre puede enfrentarse a un parto natural y dar la lactancia a su bebé, sin ningún problema.
2. Mujeres embarazadas con miopía grave, habitualmente más de 6-8 dioptrías. El oculista, al realizar el fondo de ojo descubre lesiones en la retina, como erosiones o ulceras que con los esfuerzos del embarazo, el parto y la lactancia podrían causar la rotura y el desprendimiento de la retina y una posible ceguera. Por ello, ante estos casos el médico especialista en oftalmología tras la revisión oftalmológica puede aconsejar a la futura madre, un tratamiento con cirugía láser que permite una cicatrización rápida del tejido lesionado y una cesárea preventiva en el momento del parto que evitaría el temido desprendimiento de retina por el aumento de la presión sanguínea que se produce por los esfuerzos maternos en el parto normal.
Centro Clínico Betanzos 60
Unidad médica, ginecológica y oftalmológica para el control del embarazo y parto.
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