martes, 17 de abril de 2012

La mesoterapia en medicina estética


Corregir flacidez, arrugas o celulitis administrando los fármacos a nivel local en la dermis media, es la tendencia actual. Para comenzar, merece la pena indagar un poco en la historia de la mesoterapia.

Esta técnica nació en Francia de la mano del Dr. Pistor. Él vio que podía solucionar diversas patologías con la administración de fármacos en la dermis media y que conseguía un resultado más rápido y eficaz, evitando los efectos secundarios de la toma oral de fármacos cuyo efecto, en ocasiones, no era el esperado.

En medicina estética es una técnica muy utilizada ya que la dermis es el tejido más afectado en patologías como el envejecimiento, y en la celulitis es el tejido desde donde hacemos el abordaje al tejido celular subcutáneo (tejido más profundo) y las grasas localizadas.

La etiología del envejecimiento cutáneo es plurifactorial: por genética, tipo de alimentación, exposición solar, tabaquismo, menopausia, edad... Lo ideal es también que el tratamiento, para prevenir o corregir las arrugas o demás síntomas de envejecimiento, como la flacidez, sea holístico, es decir, que haya unos cambios en la alimentación (dieta sana y equilibrada); que se eliminen los tóxicos, que se apueste por una supresión de la exposición solar y se usen filtros solares a diario; que se apliquen dermocosméticos adecuados e, incluso, que se ingieran complementos micronutricionales con efecto antiradicales libres y antioxidantes, además de contar con un tratamiento médico preventivo y curativo adecuado.

Concretamente, la mesoterapia ejerce su función antienvejecimiento de la siguiente manera: mediante agujitas de 4 a 12 mm, se puede hacer una estimulación a nivel dérmico del fibroblasto, que es la célula responsable de la síntesis de colágeno y elastina, con lo cual mejora la flacidez cutáneo–facial.

Hay estudios que demuestran que el simple hecho de pinchar con una microaguja en la dermis ya produce un estímulo trófico y regenerativo. Hoy en día, la investigación en dermoestética ha llevado a poder ofrecer a los pacientes auténticos cócteles de juventud.

Se pueden inyectar vía mesoterápica fármacos que contienen sustancias capaces de estimular a nivel dérmico, como el ácido hialurónico, y acompañarlo de otros como coenzimas, vitaminas y aminoácidos que forman parte de la regeneración dérmica. También estos fármacos contienen quelantes de radicales libres con efecto antioxidante, que ayudan a este efecto de reparación.

Suelen hacerse ciclos de sesiones mensuales, a razón de tres o cuatro, una al mes, dependiendo de las necesidades de cada piel, para luego pasar a sesiones de mantenimiento a razón de dos o tres anuales, dependiendo de la edad.

En medicina biológica, se buscan remedios lo más naturales y acorde con nuestra fisiología posibles, por eso, debe hacerse la mesoterapia con fármacos homeopáticos que consiguen los más estrictos estándares de calidad de las farmacopeas alemanas y europeas. Estos pueden inyectarse no solo vía mesoterápica sino, incluso, vía intravenosa para obtener resultados más rápidos en caso de necesidad.

Estos fármacos homeopáticos se inyectan con la finalidad de hacer una bioestimulación dérmica, aumentando la síntesis de sustancias propias de la matriz extracelular, espacio que regula el paso de nutrientes desde los vasos a las células, así como estímulos hormonales. La matriz extracelular es la encargada de recoger los detritus o toxinas generados por la síntesis de radicales libres. De manera que se limpia primero y se estimula después. La farmacopea en este tipo de medicina biológica es muy rica en sustancias estimulantes y regeneradoras de la microcirculación. También se pueden utilizar coenzimas y vitaminas, y antioxidantes con efecto reparador de los daños causados por los radicales libres.

También es posible, en puntos concretos de la cara, trabajar meridianos de acupuntura (medicina tradicional china), que están muy relacionados con el envejecimiento y sus causas. Por ejemplo, el meridiano del hígado, el meridiano de la vesícula biliar, el del estómago, etc. Esta técnica tiene efecto sinérgico, el de la aguja, el estímulo del meridiano desde un pinto concreto de acupuntura, y el del fármaco, efecto regulador y estimulante. Por eso da tan buen resultado.

Para la medicina biológica, el envejecimiento cutáneo es el último órgano donde se refleja el envejecimiento del organismo y, además del tratamiento local vía mesoterapia, es necesario un tratamiento con nutracéuticos, los necesarios en cada persona y combinados para obtener sinergia: coencima Q10, ácidos grasos omega3, vitaminas... pero de modo absolutamente personalizado. No vale el café para todos, ya que cada piel es un mundo, cada persona es un todo con unas circunstancias particulares que le han llevado a envejecer y, en función de ello, se actúa de un modo individualizado.

A la piel es mejor darle la materia prima para que sea ella la que se autorregule, si no, se pueden crear excesos que, desde el punto de vista de la salud, pueden llegar a perjudicar. Como dice un antiguo aforismo chino: "Una cosa es quitar el hambre dando pescado y otra es hacerlo enseñando a pescar". Son preferibles los tratamientos preventivos y curativos a los paliativos. La vía mesoterápica permite dejar el estímulo adecuado, a la dosis adecuada del fármaco idóneo para realizar la acción que se quiere exactamente conseguir.

Artículo de la revista Salud Total nº27.



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